domingo, 28 de mayo de 2006

[F1] Gran Premio de Mónaco (Montecarlo)

De nuevo el Gran Circo de la Fórmula 1 vuelve a sus orígenes. El circuito que vio como Juan Manuel Fangio ganó su primer Gran Premio hace ya 56 años vuelve, salpicado esta vez por la polémica. Ya poco quedan de las 100 vueltas originarias de la carrera en terreno monegasco, los Alfas se han convertido en Renaults deseosos de una nueva victoria en el principado, los yates cada vez son más lujosos y el trayecto sigue casi invariable del original. Glamour, velocidad y riesgo, mucho riesgo, empapan los cuatro costados de este circuito costero.

A los señores Lobato y Serrano les gusta abusar del término “pantomima”, si después del incidente del Indy-gate no lo dijeron como unas cuarenta veces, no lo dijeron ninguna. Y es que parece que a los comentaristas de la cadena amiga, una vez más, les resulta indiferente las injusticias que se produzcan sobre cualquier piloto titular (y si su apellido empieza por “S” mejor que mejor). La blindada decisión de los responsables de la FIA otorgando la última posición de la parrilla a Michael Schumacher es de nuevo otra muestra de la imparcialidad de este organismo. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera penalizado el fallo del coche de Michael? Toda, absolutamente toda la prensa nacional se hubiera hecho eco de lo que presumiblemente hubieran denominado estafa, tongo, trampa... y demás adjetivos solo para menospreciar la actuación del hombre de los records. Respecto a la carrera, si hubiera salido desde su teórica pole, nos habría deleitado de nuevo de una carrera dominada con mano de hierro de principio a fin, sacándole a Alonso seguramente alguna décima por vuelta. Y es que al asturiano le ha venido de perlas esa primera posición de rebote. Después de estar durante casi toda la carrera presionado por Kimi no nos pueden mentir acerca del rendimiento del coche y del piloto del rombo. Kimi iba claramente más rápido que Fernando, y debido a las características del circuito urbano que se nos presenta, hubiera sido casi imposible intentar realizar un adelantamiento en pista. La estrategia en boxes ha resultado fallida para los de Woking, estando a la espera del más mínimo error de Alonso para poder situarse en cabeza, pero por desgracia para la escudería anglo-germana todo se ha visto truncado con la salida del Safety Car a pista y el reventón del Mercedes de Raikkonen.

Como siempre, el Gran Premio de Mónaco es uno de los eventos más esperados por mi parte, aunque para variar, este año 2006 ha dado como resultado una carrera bastante mediocre. De no ser por el escalar progresivo de Michael Schumacher en la clasificación, hubiera sido otra aburrida carrera sin acción de principio a fin.

En el campeonato de pilotos, Fernando Alonso mantiene su primera posición aventajando esta vez en 21 puntos a su inmediato seguidor Michael Schumacher. Haga lo que haga durante los dos siguientes Grandes Premios mantendrá esa meritoria primera posición.

Todavía no está todo el pescado vendido, ni mucho menos, y aún el campeonato del mundo de Formula 1 puede dar algún que otro vuelco. A ver si en la próxima cita, en el circuito inglés de Silverstone vemos algunos cambios en la tabla.

domingo, 14 de mayo de 2006

[F1] Gran Premio de España (Montmeló)

De nuevo, el gran circo vuelve a terreno hispano. Los precedentes nos hacían augurar una carrera emocionante que nos haría vibrar por saber si un hombre enfundado en un mono rojo o en uno azul y amarillo volverían a descorchar el champán en lo más alto del cajón. Pero de nuevo la carrera ha sido de todo menos disputada. El circuito catalán con sus adelantamientos imposibles ha hecho que veamos de nuevo cómo no son los pilotos los que a veces ganan -o pierden- las carreras, sino que una pieza fundamental de todo ello son los señores que, al otro lado del muro y enfundados con inmensos auriculares, son los que deciden el devenir de la prueba.

Poca acción se ha visto en pista en el Gran Premio que hoy nos ocupa, quizá por la absoluta regularidad de la mayoría de los pilotos y sus mecánicas. Solo después del primer repostaje podía intuirse que había una mínima oportunidad de cambiar el color del vencedor de la carrera, aunque finalmente no fuera así.

No estamos ante un espejismo por ninguno de los dos lados. Por uno, Ferrari vuelve a estar arriba incondicionalmente. Incluso con las altas temperaturas del asfalto, el monoplaza rojiblanco ha podido mantenerse en una digna segunda plaza. Y por otro, volvemos a ver casi una radiografía de lo ocurrido el año pasado con Fernando Alonso al no bajarse del podio en ninguna carrera de las disputadas, e ir sumando poco a poco los puntos necesarios para alzarse de nuevo con el título de campeón del mundo de Formula Uno.

Por contra, las flechas de plata parecen hundirse paulatinamente en el hoyo que comenzaron a excabar a mediados del mes de abril, siendo ya 17 los puntos que los separan de Ferrari y 36 los de Renault en el campeonato de constructores. Mucho tienen que cambiar las tornas para que a la escudería anglo-germana se le tema por el paddock.

El punto emocionante de este Gran Premio lo ha puesto de nuevo el público asistente. Un público entregado al campeón del mundo que, a pesar de ser multitudinario, no han protagonizado ni el más mínimo incidente.

¿La próxima cita? Dentro de dos semanas en el circuito clásico entre los clásicos, el Gran Premio de Mónaco en Montecarlo. Glamour, velocidad y muchas vallas protectoras nos esperan allí.